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La comunidad internacional repudia la ofensiva represiva y violatoria de los derechos humanos que el gobierno de Sebastián Piñera lleva adelante contra el pueblo Mapuche en la zona centro-sur de Chile tras los incendios que han costado la vida a 7 personas y contra los dirigentes del CONFECH, José Ancalao y Diego Manquilef. Mientras a los líderes estudiantiles se los intenta acallar con violencia y acusaciones penales infundadas, Piñeira –en lugar de asumir la responsabilidad que le cabe en las labores de prevención y protección de los bosques y recursos naturales–ha iniciado una ofensiva represiva claramente dirigida contra las comunidades mapuche culpándoles de antemano y sin evidencias de “actos de terrorismo” por los incendios en las Torres del Paine, en la Patagonia chilena.
El programa de Estudios sobre Acción Colectiva y Conflicto Social del CIECS (UE-CONICET-UNC), se hace eco del comunicado que se reproduce a continuación, además de las palabras del Decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción, Abelardo Castro Hidalgo. El siguiente texto, se reproduce en como modo de dar a conocer lo que está aconteciendo en la hermana República de Chile y en repudio al accionar de las fuerzas policiales de ese país al violar los derechos humanos de los estudiantes que reclaman pacíficamente.
Por Adrian Scribano* - Un genocida preso es un triunfo de la esperanza. La práctica cotidiana de la esperanza se basa en su capacidad de orientar la construcción del futuro, que contundentemente consiste en la elaboración del presente. Justamente la lógica del Terrorismo de Estado se orientó a colonizar el futuro; intento que hasta nuestros días parece continuar ante la mirada impávida de muchos, la sordera de otros y la instrumentación perlocucionaria de muy pocos.